Ramírez: "¿Qué ha sido el Ilicitano? Le doy más importancia a los que pelean por el ascenso"

Pocas cosas sorprenden ya en el mundo del fútbol. Los discursos varían según el color de la camiseta que se defienda o según los intereses que se protejan. Juan Carlos Ramírez siempre ha sido una persona impulsiva, defensor de lo suyo, enérgico y personaje políticamente incorrecto nato. No iba a cambiar ahora que se cruza en su camino el Elche CF, aunque sea su filial. El empresario vizcaíno ha borrado de un plumazo sus recuerdos deportivos de color franjiverde, para volver de nuevo a buscarse el hueco mediático que tanto ha extrañado y que tan poco repercusión tiene desde la capital alicantina.

El vasco ha olvidado todas las palabras vertidas durante su paso por el Martínez Valero en pro del Elche CF Ilicitano al que siempre tuvo tanto aprecio deportivo (y que tantos disgustos le costó así como tardes perdidas en el palco), para reflexionar en voz alta “¿Qué ha sido el Ilicitano?”. Rara forma de restar importancia al duelo ante el Hércules CF para acabar maquillando con un “para mí es un partido más, sino le estaría dando demasiada importancia al Ilicitano. Le doy más importancia a un Nastic o a un Badalona o a equipos que sé que van a estar arriba luchando por el ascenso o por la promoción que al Ilicitano. Es un equipo filial que tiene otras connotaciones que no tiene un equipo profesional”.

El falso discurso chovinista de Juan Carlos Ramírez, aprendido a golpe de billete en cada club por el que apuesta, le ha hecho ir un paso más allá refriéndose al primer equipo del rival que el domingo tendrá delante. “Ellos vivirán un descenso seguro, no sé si este año o el que viene, porque esto es así y nosotros esperemos que vivamos la alegría de este año ascender”. Demasiadas preocupaciones para alguien que no conoce la historia, o el pasado más reciente de su rival, y que debe referirse al equipo que el protege en Primera división para buscar las cosquillas. “Estaría más preocupado de perder en Vallecas pero que cada uno tenga su preocupación”.

El vizcaíno dispara, y cuando lo hace busca el centro de la diana. Dice lo que su gente quiere oír y él, inteligente, da opio al pueblo. Distrae la atención de forma milimétrica y disfruta viendo las caras de estupefacción que generan sus palabras. Más aún si el blanco de su discurso es el eterno rival, aunque la migaja sea jugar contra su filial en el amargo pozo de la Segunda división B. “Conozco aquella casa y treinta autobuses no han venido ni cuando estaba la rivalidad más fuerte entre Hércules CF y Elche CF en Segunda. Lo máximo ha sido quince o dieciséis pero si vienen que venga así haremos más recaudación y esperemos que se queden los tres puntos en casa. Que vengan los que quieran porque tenemos campo suficiente”.