La pólvora sigue mojada

Su falta de puntería puede acabar condenando esta temporada al Elche. No hay gol; eso ya se ha demostrado durante toda la temporada. Y si se carece de ello, hay que sacar a relucir otros elementos que sí que funcionan. Y ante el Levante el Elche no supo hacer bueno el gol de Boakye; de rebote, tras golpear en un defensa y despirtar así a Kelyor Navar. Solo así llegó un gol que el equipo desechó en un córner mal defendido. Hasta tres ocasiones remataron solos los jugadores levantinistas. Y en la tercera Ángel, un exfranjiverde que no celebró el tanto, puso las tablas en el marcador y metió al Elche en problemas. Antes y después del empate, el equipo desperdició muchas ocasiones; demasiadas para un equipo que quiere estar la próxima temporada entre los mejores.

Consciente de lo que se jugaba, el Elche empezó el partido con mucha intensidad, embotellando al Levante y tratando de imprimir su juego desde el pitido inicial. En el primer minuto Boakye remató de espuela un centro de Rodrigues obligando a Keylor Navas a sacar en la misma raya de gol. Era el preludio de lo que se avecinaba en un Martínez Valero que respondió a la cita. Se rozó el lleno en el estadio franjiverde.

Pero el Levante, aunque con menos armas e intensidad que de costumbre, demostró que no estaba de paso por Elche. La réplica levantinista llegó en el minuto 6, cuando Ángel se revolvió en el punto de penalti y remató cruzado: Manu Herrera detuvo a una mano junto al poste derecho. Casadesus, en el 10 y adelantándose a Botía, sacó un remate de Carlos Sánchez. El canario, exfranjiverde, fue el principal quebradero de cabeza, y prácticamente el único, para la zaga local.

El Elche llevaba la iniciativa y su centro del campo empezó a funcionar ante un Levante que hacía un fútbol más directo. Escribá apostó por Carlos Sánchez y Márquez en la medular. Dejó en el banco a Rubén Pérez, seguramente el mejor jugador esta temporada. Pero el problema no estuvo en la línea defensiva, sino en el ataque. Damián Suárez, en el 17, ejecuto una falta directa y obligó al portero granota a despejar a córner cuando el balón se colaba por la escuadra derecha. El juego se equilibró y aunque los ilicitanos seguían llevando la iniciativa el Levante jugaba al contragolpe y llegaba con peligro con un Ángel muy batallador que ante una defensa local muy acertada.

Tras el descanso, los goles

El Elche saltó al césped tras la reanudación decidido a lograr el triunfo ante un rival que empezaba a dar por buen el empate. Garry Rodrigues, la cara y la cruz del aprtido, emató muy ajustado al poste izquierdo una jugada por la banda izquierda de Javi Márquez que podía haber supuesto romper la igualada inicial. Tenía todo a su favor para marcar.

Los franjiverdes pusieron una marcha más, mientras que el Levante dio un paso atrás; consciente de que el punton era bueno para sellar la permanencia. El gol no llegaba y los jugadores de Fran Escribá acabaron jugando más con el corazón. Muy seria la defensa del Levante para desbaratar las acometidas de los locales, que no encontraban el último pase para Coro y Boakye.

La apuesta más agresiva del Elche tuvo resultado en el minuto 62, cuando Boakye recogió un balón en el área, se revolvió y su remate fue desviado por un defensa al fondo de la portería de Keylor Navas que no pudo evitar el tanto ilicitano. El gol llegó, al fin. De rebote. Daba la sensación que solo en una expcecionalidad el conjunto franjiverde podría marcar. Se hacía justicia.

Pero poco duró la alegrí. El Levante, en la primera ocasión en la que se acercó al portal de Manu Herrera en la segunda mitad, consiguió el empate por medio de Ángel que, en segunda instancia batió al portero local de remate raso y cruzado al poste izquierdo. Grave error de la defensa ilicitana, que permitió rematar a tres jugadores levantinistas hasta que llegó el gol. Primer tanto que encaja en esta segunda vuelta como local después de siete partidos sin encajar. Ángel, todo sea dicho, no celebró el gol.

El Elche tuvo oportunidades para marcar, pero volvió a evidenciar, como lleva mostrando toda la temporada, una grave falta de gol. Garry Rodríguez tuvo dos claras para decantar la balanza. En ambas jugadas mandó el balón fuera. Se enterraban así las opciones de vencer de un equipo que, después de este empate, tendrá que sudar de lo lindo para lograr la permanencia en Primera. Ahora, a esperar a otros resultados para poder acercarse al objetivo.