Un gol que vale oro

Un gol de Boakye en el último suspiro ha dado al Elche un triunfo de oro que le acerca a la permanencia. Los franjiverdes dominaron la primera mitad, pero les faltó el gol. El colegiado no señaló un claro penalti de Borja por mano. El Getate avisó con un disparo al larguero. Tras la reanudación las fuerzas se igualaron, pero ninguno de los equipos logró marcar hasta que en el minuto 93 apareció Boakye, que en su presentación dijo que tenía un don divino, para anotar de cabeza un gol que bien puede valer la salvación del Elche. Las lágrimas del ghanés tras marcar reflejan la importancia de este triunfo.

Los dos equipos regalaron un partido lleno de intensidad y en el que se vaciaron. Los nervios, por la situación en la que se encontraban los dos, hicieron que el choque estuviera lleno de imprecisiones tácticas. El Elche empezó mejor ante un Getafe ordenado que se presentó en el Martínez Valero dispuesto a llevarse los tres puntos. La superioridad franjiverde no se tradujo en gol. Cristian Herrera tuvo la mejor de la primera mitad, pero el balón se paseó por la línea de cal sin que llegara a entrar. Respondió el Getafe con un disparo al palo de Lafita. El partido pudo cambiar de rumbo si el árbitro hubiera señalado un penalti de Borja en el minuto 29. El defensa bloqueó con la mano el disparo de Damián. 

Partido muy serio del Elche en defensa. La tónica de este segundo tramo del campeonato en sus partidos como local. Y es que los franjiverdes encadenan siete partidos consecutivos en su estadio sin recibir un gol. Dato sorprendente.

En la segunda mitad las fuerzas se igualaron. El Getafe dio un paso adelante mientras que el Elche fue notando el cansancio. La entrada de Márquez dio un aire nuevo al equipo. Escribá había optado por reforzar el centro del campo con músculo al dar entrada a Rubén Pérez y Carlos Sánchez de inicio. El colombiano está en un buen momento y el técnico quiere aprovecharlo. Precisamente Márquez dio el primer aviso de una segunda mitad en la que no hubo muchas ocasiones de gol. Con el paso de los minutos el Getafe se creció y Manu Herrera se vio obligado a intervenir a un disparo de Diego Castro. Muy seguro el guardameta franjiverde. 

Y cuando el partido agonizaba y se encaminaba a un empate sin goles que de poco le valía al Elche, apareció Boakye. Como hizo ante Almería o Real Madrid; en los últimos minutos. En este caso en el que cerraba el partido. En el 93' metió la cabeza ante un centro de Carles Gil e hizo estallar de locura al Martínez Valero. Una victoria agónica, merecida y que acerca al equipo ilicitano al objetivo de la permanencia. Un gol que, si se consigue la salvación, se recordará durante muchos años.

Con este triunfo, el Elche cerrará la jornada con al menos 4 puntos de ventaja sobre el descenso y el 'goal-average' ganado a dos equipos que le persiguen como Almería y Getafe. La distancia será de 5 puntos si el Valencia gana en Valladolid.