El sueño de Joaquín Rocamora

Balonmano | ANÁLISIS

El sueño de Joaquín Rocamora

El AtticGo CBM Elche se coloca a sesenta minutos de proclamarse por primera vez en su historia campeón de la Liga Guerreras Iberdrola tras ganar, al mejor de tres partidos, 24-23 a BM Costa del Sol Málaga

Jerónimo Tormo,

Hablar del CBM Elche es hablar de Joaquín Rocamora. Cuando no se puede entender un equipo sin su entrenador, es porque se están haciendo muchas cosas bien. Otras, a veces, no saldrán porque el deporte es caprichoso y mezcla una dosis de fortuna con los méritos de tu rival para explicar el por qué detrás de la victoria hay tantos pasos que caminar. El Atticgo CBM Elche 2022/2023 es el mejor ejemplo de que cada tropiezo ayudar a aprender a andar para llegar hasta la meta.

Jugar una final liguera es un éxito, pero hacerlo fiel a un estilo y a una idea que te han definido como equipo, ya es sinónimo de victoria; más allá de lo que pase en el marcador. Si además eres capaz de conseguir alzar el trofeo, ese que da brillo mediático a todas las horas de entrenamiento que se reflejan en un partido, uniendo el qué y el cómo, que tanto gustan a Rocamora coser con hilo de oro en su discurso, el hito alcanza un valor superlativo que pocos pueden disfrutar.

Ilusión por bandera

El Atticgo de Joaquín Rocamora se ha acostumbrado a conjugar el verbo ilusionar que tan poco labra, por la exigencia del resultado, el deporte de élite. El Periodismo escribe muchas crónicas salpicadas por el dulce sabor de la victoria, mientras que la derrota se aparca en un rincón hasta que queda diluida y olvidada por el tiempo. Muy pocas reflejan algo que se escapa a la sinrazón del deporte, y más el de alto nivel, el orgullo de construir una identidad.

El logro está al alcance de pocos. Unos elegidos que demuestran que hay vida más allá de ganar o perder. Este CBM Elche lo ha conseguido. Ha dado un primer paso hacia la excelencia y el derecho a ser aplaudido por una idea reconocible. Que el Esperanza Lag se llene y retumbe al ritmo del 40x20 es una oda al trabajo, esfuerzo y constancia de un grupo de mujeres que en cada aliento se deja la vida por dignificar un deporte del que cada vez más niños y niñas se enamoran.

Málaga marcará el domingo una nueva página en la historia del CBM Elche. Quién iba a decirle a Joaquín Rocamora cuando, en enero de 2016 asumía las riendas del equipo de Carrús, que escribiría con letras de oro su nombre en el deporte ilicitano. Una Copa de la Reina, una Supercopa de España y varios viajes europeos le contemplan, mientras una Liga Guerreras Iberdrola está a la vuelta de sesenta minutos. La victoria 24-23 ante BM Costa del Sol Málaga es una muesca más en el revólver de un entrenador que ha sabido aprovechar su oportunidad para demostrar que una idea puede ser el germen de un proyecto que construya una ilusión.

Próximo domingo

El sueño de Joaquín Rocamora camina con paso firme para convertirse en realidad. Está por encima de cualquier copa o medalla. Esas son difíciles conseguirlas, pero más difícil de lograr es el cariño y el reconocimiento de una afición que se alimenta a golpe de objetivo tachado de la lista de tareas pendientes con las que pasarse el juego. El domingo puede ser el día más grande de la historia del CBM Elche, pero ver cómo un pabellón, lleno hasta la bandera, corea y aplaude un sueño ya parece suficiente título para un entrenador que no le pone techo a su equipo.
 

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